El Husky siberiano es un perro de trabajo de tamaño mediano, rápido y ligero. Su movimiento es libre y gracioso. Su cuerpo moderadamente compacto y bien cubierto de pelo, las orejas erguidas y la cola tupida con pelo de cepillo sugieren su herencia nórdica. Su andar característico es suave y aparentemente sin ningún esfuerzo. Lleva a cabo su función original de perro para jalar de la manera la más capaz, llevando una carga ligera a velocidad moderada a grandes distancias. Las proporciones y la forma de su cuerpo reflejan su equilibrio básico de poder, velocidad y resistencia. Los machos de la raza Husky siberiano son masculinos, pero nunca toscos; las hembras son femeninas, pero sin manifestar debilidad en su estructura. En buenas condiciones de salud, con músculos firmes y bien desarrollados, el Husky siberiano no debe presentar un exceso de peso.
El temperamento característico del Husky siberiano es amigable y gentil, pero también alerta y extravertido. No manifiesta las cualidades posesivas del perro de guardia, ni tampoco es exageradamente sospechoso hacia los extraños o agresivo con otros perros. Se espera cierta reserva y dignidad en el perro adulto. Su inteligencia, docilidad y disposición para placer hacen de este perro un compañero agradable y un trabajador siempre dispuesto.
El movimiento característico del Husky siberiano es suave y aparentemente sin esfuerzo. Es rápido y ligero sobre sus pies y en la pista de exposición con un guía laxamente manejado, muestra un trote moderadamente rápido mostrando así un buen alcance en los miembros anteriores y buen impulso en los miembros posteriores. Visto desde el frente hacia atrás mientras camina, el Husky siberiano no muestra una pisada única, pero a medida que aumenta la velocidad, las extremidades se inclinan gradualmente hacia adentro hasta que las almohadillas se sitúan en una línea directamente por debajo del centro longitudinal del cuerpo. A medida que las huellas de las almohadillas convergen, los miembros anteriores y posteriores son llevados en línea recta, sin que los codos o las articulaciones fémoro-tibio-rotulianas se desvíen hacia adentro o hacia afuera. Cada extremidad posterior se mueve en la pisada de la extremidad anterior correspondiente del mismo lado. Mientras el perro está en movimiento, la línea superior permanece firme y nivelada.
Fuente tomada de http://www.fci.be/nomenclature/Standards/270g05-es.pdf
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